Carne deshebrada en salsa

Empecemos por cocinar la carne, sobre la estufa a fuego medio alto, dentro de una olla grande y profunda, coloca la carne junto con la cebolla partida en cuartos, la cabeza de ajo y las hojas de laurel, y cubre con agua hasta que todo quede sumergido. Deja cocinar a fuego medio alto hasta que comience a hervir, en cuanto empieza a hervir, coloca la tapa a la olla y reduce el fuego a bajo, y déjala cociéndose por alrededor de 1.5 a 2 horas, o hasta que la carne este suave y pueda deshebrarse fácilmente. Otra alternativa para preparar la carne, si tienes una olla de presión, coloca los mismos ingredientes, cubre con agua la carne y ponla por alrededor de 45-50 minutos, o si tienes una olla de lento cocimiento, déjala a temperatura alta por 5 horas.

Una vez que la carne este cocida, retírala de la olla y colócala en un recipiente, asegúrate de colar el exceso de líquido de la carne. Reserva el caldo colado para otras preparaciones ya que es un concentrado de sabor, antes de guardarlo deja que se enfrié, envasa en botes de vidrio o plástico y guarda en el refrigerador.

Cuando la carne se encuentre a una temperatura manejable, deshébrala con 2 tenedores, tirando de la carne con los dientes del tenedor en direcciones opuestas, hasta romper la carne en tiritas o “mechones”. Si llegas a toparte pedazos de grasa o cartílago o incluso algunas de las fibras de la carne, retíralas mientras logras deshebrar el resto de la. Reserva.

Para la Salsa, tenemos dos alternativas:

Cociendo los tomates en agua y dejándolos hervir dentro de una olla a fuego medio junto con los chiles serranos y la cebolla sacándolos del agua hirviendo una vez este la piel del tomate tronándose.

O tatemando ligeramente los tomates, los chiles y la cebolla en un comal o sartén de hierro hasta que se pongan un poco quemados y suaves los jitomates, así como la cebolla y los chiles.

En cualquiera de los dos pasos, terminamos por pasar al vaso de la licuadora con los ajos, el orégano, la sal y la pimienta y molerlo hasta que quede de una textura tersa.

Para terminar nuestro guisado, coloca en una cacerola o sartén el aceite y una vez caliente, ponemos a dorar un poco la carne deshebrada y tras unos minutos, antes de que se tueste por completo, vierte la salsa del vaso de la licuadora encima y dejarla cocinar para que se mezclen los sabores durante 10 minutos.

Este guiso se come como plato fuerte acompañado de arroz a la mexicana o frijolitos, pero también puede ser el relleno de unos chiles poblanos, o sobre unas tostadas o dentro de tacos, o en gorditas o sopes. Es un guiso tan versátil que seguro podrás aprovechar al máximo.