Esta es una de esas recetas que se puede disfrutar tanto en guarnición para un guiso de carne o de pollo o de cerdo o como parte de un guiso al agregárselos a algo más como unas quesadillas de champiñones o como “tapas” o botana.
Los champiñones frescos, así como muchos otros hongos comestibles, agregan un sabor especial a los alimentos, dicen contiene ese sabor umami, además de ser altamente nutritivos, suelen ser baratos y su sabor delicado de adapta perfectamente a infinidad de platos. Qué te parece, ¿se te antojan unos champiñones al ajillo?
Con esta receta como muchas otras que encontraras con nosotros, es una buena manera de incorporar vegetales a nuestra dieta, además de que se prepara en un abrir y cerrar de ojos incluso si no te consideras un cocinero con experiencia, esta receta te será muy fácil y sencillo lograr sorprender con su sabor a quien la pruebe
- Tiempo de preparación15 min
- Tiempo de cocción20 min
- Tiempo de cocina5 min
- Total40 min
- Rinde4
Ingredientes
- Champiñones, enteros y cortados en cuartos o laminas / 1 kg.
- Aceite de oliva extra virgen / 100 ml
- Ajo, cortados en laminas delgadas / 3 dientes
- Perejil fresco / al gusto
- Sal / una pizca o al gusto
- Pimienta negra recién molida / al gusto
- Cebolla, blanca o amarilla, picada finamente (opcional) / ¼ de pieza
- Chile de árbol, seco entero o en trozos (opcional) / 2 piezas o al gusto.
Preparación
Comenzaremos esta receta limpiando los champiñones de todo rastro de tierra que puedan tener, y hay dos alternativas que te recomendamos para hacerlo: la primera es enjuagándolos rápidamente en agua a temperatura ambiente y eliminando la suciedad que puedan tener con un pañito húmedo. Si se va a lavar una cantidad grande de champiñones, puedes hacerlo por partes en un colador, pero nunca dejándolos en agua demasiado tiempo (por un par de minutos no pasa nada). Hay quienes dicen que los champiñones no se deben lavar porque se perjudica su textura; sin embargo, bien vale la pena sacrificar un poco la textura por cocinar tomando en cuenta la seguridad alimentaria. La segunda alternativa es sin agua y solo usar un cepillo para vegetales y darles una gentil cepillada, para luego enjuaga con un trapo húmedo. Una vez secos, córtalos en cuartos si los champiñones no son muy grandes o en laminas no tan delgadas y reserva.
Por otro lado, en una cacerola, de preferencia de fondo grueso, o una cazuela de barro, coloca el aceite a calentar a fuego bajo en la estufa, y coloca dentro los dientes de ajo en laminas (puedes picarlo más si así lo prefieres). Déjalos que se doren un poco, pero no dejes que se vayan a quemar, si decidiste utilizar un poco de cebolla y chile de arbol, es momento de agregarlas junto con el ajo para que se pongan transparentes y se doren un poco y suelten su sabor, cuando esto suceda, entonces mete también los champiñones que cortaste, sazona con una pizca de sal.
Mantén en la estufa a fuego medio bajo, al menos unos 10 minutos, ya cocidos y suaves, sube el fuego al máximo para terminar de evaporar el líquido unos 5 minutos más.
Sirve en un platón y espolvorea con pimienta recién molida y perejil fresco finamente picado.
También puedes rellenar unas quesadillas con ellos, o ponerlos de guarnición con una carne asada, o un pollo a la plancha que todos ellos se combinan de una forma espectacular.