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Los Originarios
Chimichurri casero

Chimichurri casero

Si bien el chimichurri es un acompañamiento clásico de las carnes a las brasas o parrilla, y como condimento para empanadas de carne o elote con queso en Argentina, tambien va con el choripán (chorizo a la parrilla en una pieza de pan de masa madre o baguette) tan recurrido en las parrilladas o asados de aquellas latitudes. El chimichurri es una mezcla de perejil finamente picado, orégano, chile molido y ajo picado mezclado con vinagre y aceite vegetal. Es una salsa verde brillante que aunque parece pesto italiano, es algo completamente diferente

En nuestras experiencias en el asador y la cocina, hemos notado que los pretextos para reunirse a preparar un asado o carne asada pueden necesitar que cada vez que uno las prepara tenga que encontrar el mejor acompañamiento para hacerla cada vez única y diferente. Esta salsa argentina la hemos mexicanizado agregándole algunos detalles que difieren de la receta original y tradicional.

Y tomando como base este dicho de Eduardo Massa Alcantara, chef argentino, “El Chimichurri significa amistad y, en Argentina, esto tiene un significado que no existe en otros lugares del mundo”, en México las reuniones para comer son solamente un pretexto más para ver a los amigos y la familia, entonces, adoptamos la idea de que el chimichurri es amistad en Argentina pero en México también.

Pero, ¿de donde viene el chimichurri? ¿de argentina? ¿de españa? ¿de Italia? y en México ¿como lo hemos adaptado a nuestra cocina? dejame contarte un poquito de lo que he leido al respecto: El chimichurri, es una vibrante salsa argentina conocida por su frescura y carácter especiado, posee un origen rodeado de múltiples teorías. Algunos rastrean sus raíces en Italia, a una mezcla de aceite, limón y hierbas utilizada para realzar pescados y carnes llamado salmoriglio. Otros apuntan a la influencia británica con la salsa Worcestershire o al tximitxurri vasco, cuyo nombre significa “mezcla sin orden”, reflejando su naturaleza libre y versátil.

También se cree que los gauchos argentinos, hombres de campo acostumbrados al asado, crearon el chimichurri utilizando ingredientes locales como el ajo, el perejil y el vinagre para realzar el sabor de las carnes. Otra teoría sugiere un origen indígena, vinculándolo al quechua, lengua originaria de los Andes, aunque esta conexión lingüística sigue siendo debatida.

En la gastronomía mexicana, el chimichurri ha encontrado nuevas interpretaciones al fusionarse con sabores locales. Aunque su versión clásica —a base de perejil, ajo, orégano, vinagre y aceite de oliva— se utiliza principalmente para acompañar carnes asadas, en México se ha enriquecido con chiles secos como el guajillo o el chile de árbol para aportar un toque picante característico. Además, se emplea no solo en parrilladas sino también como adobo para tacos, marinada para alambres o incluso como salsa para quesadillas y esquites, ampliando su versatilidad. Esta adaptación refleja el espíritu creativo de la cocina mexicana, donde las recetas extranjeras se transforman al incorporar ingredientes locales y técnicas tradicionales.

Puedes ir a buscar nuestra receta de este chimichurri pero ahumado, que solo lleva un par de pasos más pero seguro podrás animárte a probar este y luego la otra versión y prepararlo para tu siguiente reunión y regresa a contarnos como te fue.

Chimichurri casero

Course: SalsaCuisine: MexicanaDifficulty: Fácil
Tiempo de Prep

25

minutes
Tiempo de Cocción

1

hour 
Tiempo Total

1

hour 

25

minutes

Ingredientes

  • Perejil fresco, lavado, pero seco y finamente picado / 1 manojo

  • Perejil seco / 1 cucharada

  • Ajo, machacados en mortero o molcajete / 8 dientes de ajo

  • Aceite de aguacate / 1 taza

  • Vinagre blanco / 1 cucharadita

  • Vinagre de sidra de manzana / ½ cucharadita

  • Chile quebrado / ½ cucharadita

  • Cebolla deshidratada en hojuelas (de preferencia) o granulada / ½ cucharada

  • Tomillo seco / ½ cucharada

  • Orégano seco / 1 cucharada

  • Sal fina / ½ cucharada

  • Pimienta negra recién molida / ½ cucharada

  • Chile en polvo (chile de árbol o guajillo) Opcional / ½ cucharada

Instrucciones

  • Empecemos dandole una buena lavada al perejil fresco, con agua corriente y jabón o desinfectante. Luego hay que secarlo muy bien con una servilleta desechable, tratando de eliminar toda la humedad que tenga entre sus hojas, incluso dejándolo sobre la servilleta desechable para que se seque por completo de manera natural.
  • Ahora, en un molcajete o mortero, coloca los dientes de ajo y muélelos hasta tener una pasta uniforme.
    En una tabla de picar, pica finamente el perejil fresco ya seco.
  • Y ahora si, a mezclar. En un frasco con tapa, mezcla todos los ingredientes secos, el perejil picado, el tomillo, el orégano, el chile en polvo y el chile quebrado, la sal, la pimienta, la cebolla deshidratada, el perejil seco y finalmente la pasta de ajos que sacaste del mortero. Mezcla con una cuchara dentro del frasco.
    Ahora, integra en el frasco el aceite de aguacate, que es más neutro su sabor al tradicional aceite de oliva, que puedes utilizar en caso de no tener de aguacate, el vinagre blanco y el vinagre de sidra de manzana.Tapa el frasco y agita bien.
  • El sabor y olor debe ser excepcional recién hecho, pero si esperas al menos 24 horas para probarlo notaras que es entonces que realmente sabe espectacular. guárdalo en el refrigerador y utilízalo al día siguiente, sacándolo a que tempere al menos una hora antes de servir.
    Sobre un corte de carne, sobre una torta de chorizo, sobre una empanada argentina, vaya, realmente notaras el gran sabor que tiene esta salsa.

Notas

  • Puedes conservarlo de tres a cuatro semanas en el refrigerador.

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