Salsa de chile habanero tatemado
La salsa es parte fundamental de los platos mexicanos, y queremos presentarte un montón de opciones donde podrás disfrutarlas en muchos platos.
Esta salsa es extremadamente rica, diferente, con sabores ahumados, quemados, mejor dicho, pero realmente con un picor y sabor extraordinario.
Para acompañar mariscos, pescado o carne. No puedes dejar de probar esta sencilla receta. Y si te gusta que pique, esta es una de esas que hay que probar.
Pero quiero dejarte un poco de historia del origen y usos del chile habanero, no solo en México, sino en otras regiones tambien.
La Salsa de Habanero: Historia y Versatilidad en la Cocina
La salsa de habanero es un condimento picante con profundas raíces en la gastronomía de la Península de Yucatán, México. Elaborada con chiles habaneros, su sabor intenso y aroma inconfundible han conquistado cocinas de todo el mundo.
El chile habanero, ingrediente clave de esta salsa, ha sido cultivado en Mesoamérica durante más de 9,000 años. Aunque su origen se remonta a la región que abarca desde el sur de Brasil hasta el norte de Argentina, su nombre proviene de La Habana, Cuba, un antiguo centro de comercio de esta especia. Fue desde allí que llegó a Yucatán, donde se convirtió en un pilar de la cocina local.
Hoy en día, la salsa habanera es un acompañamiento esencial en platillos tradicionales como la cochinita pibil y un elemento indispensable en la gastronomía internacional. Su potente picor realza el sabor de sopas, currys y guisos en la cocina tailandesa, mientras que en Estados Unidos es una estrella en restaurantes de comida mexicana, tex-mex y caribeña.
Cada versión de la salsa de habanero tiene su propia personalidad: desde recetas más suaves hasta preparaciones intensamente picantes, todas mantienen el carácter vibrante y el calor que la hacen inconfundible. Ya sea como aderezo, marinada o simplemente para dar un toque de fuego a los platillos, la salsa de habanero sigue siendo una joya de la cocina global.
Salsa de chile habanero tatemado
Course: salsasCuisine: MexicanaDifficulty: Media10
minutes25
minutes35
minutesIngredientes
Chiles habaneros / 5 a 10 piezas, dependerá de cuan picoso lo quieras
Cebolla blanca o morada, en cuartos / ¼ de pieza
Ajo, dientes / 2 dientes
Tortillas, de maíz amarillo o blanco, tatemadas / 2 piezas
Sal en grano / ½ cucharadita o al Gusto
Pimienta negra entera, molida / ½ cucharadita
Aceite de aguacate o aceite neutro / dos cucharaditas
Instrucciones
- Empezaremos esta receta lavando los chiles y quitándole los tallos, preparando el molcajete humedeciéndolo un poco y colocando un comal sobre la estufa.
- En un comal caliente sobre la estufa, a fuego medio, coloca los chiles y la cebolla a que se tatemen, que se quemen poco a poco hasta que queden en su mayoría tatemados y color carbón. Esto puede llevar un par de minutos. Una vez logres que la cebolla y los chiles estén quemados, color negro por fuera, coloca los dientes de ajo, con cascara a que la cascara cambie de color, protegiendo los dientes de no quemarse directamente en el comal.
Al tener listo los chiles habaneros tatemados y la cebolla, resérvalos, así como los ajos ligeramente tostados y pelados. - ya casi llegamos a usar el molcajete, o licuadora… Sobre la flama de la estufa, pon a quemarse las tortillas, si, a quemarse, hasta que queden en su mayoría color carbon y tostadas de verdad. No tengas miedo, el sabor y consistencia que aportaran será genial.
Coloca en el molcajete uno a uno los ajos, además de la sal y la pimienta entera, con el “tecolote”, que es la piedra que acompaña el molcajete para machucar lo que pongas en su interior, machaca lo más fino que puedas los ajos hasta hacer una pasta. Integra la cebolla y haz lo mismo, machúcala hasta lograr desintegrarla y unificarla a la pasta de ajo. Y ahora sí, los chiles habaneros, realiza la misma operación. Y finalmente el par de tortillas quemadas, muélelas muy bien también.
Si no cuentas con un molcajete, puedes hacer todo esto en el procesador de alimentos o en la licuadora.
Agrega el aceite de aguacate y revuelve o licúa de nuevo, esto le dará un espesor más y ayudará a que se conserve mejor la salsa con el tiempo. - Es momento de disfrutar esta salsa picosita, con consistencia de una pasta untable. Agrega una cucharadita a tu coctel de camarones o pulpo, o a tu aguachile de camarón, o úntala en una tostada y ponle unas láminas de atún y aguacate. Con tacos de carne asada, o de fajitas de res, o con cualquiera de tus guisos, el sabor ahumado y quemado y el “calorcito” que le da el chile habanero será un toque especial.